Enfermedades de los cereales. Rincosporiosis de la cebada.
La campaña cerealística sigue su curso y, tal y como hemos ido viendo, este puede ser un año de especial preséncia de enfermedades en los campos de cultivo. Si primero comentábamos que no era extraño observar ceniza en el sembrado, en general, y hallar moho en el trigo, en particular, ahora debemos de estar especialmente atentos también a enfermedades como la Helmintosporiosi y Rincosporiosis. Por el momento, hacemos hincapié en que en algunas cebadas ya se detectan síntomas de Rincosporiosis.
Síntomas:
- El síntoma más evidente es la aparición de unas manchas en forma más o menos ovalada y de una tonalidad clara en el centro con los márgenes de un color más oscuro.
- A medida que la enfermedad progresa, estas manchas van creciendo y se pueden ir solapando hasta cubrir buena parte de la hoja.
Daños:
- Las lesiones terminan cubriendo buena parte de la superficie de la hoja, provocando su secado y posterior muerte.
- Al morir las hojas, se reduce la superficie fotosintética, lo cual repercute directamente en una reducción del número de granos en la espiga y un peor llenado del grano. Las pérdidas en la cosecha pueden llegar a un 40%
Causas:
La enfermedad se puede transmitir por restos infectados del anterior cultivo y condiciones ambientales de humedad y temperaturas suaves, son un importante detonante.
Tratamientos:
La enfermedad puede combatirse eficazmente de forma preventiva como curativa, con productos como el Tarmilo o el Edesol. Las dosis recomendadas irían en función del estado de desarrollo de la cebada y de la presión de la enfermedad.
Además, el amplio espectro de estos productos, permite combatir simultáneamente las diversas enfermedades que nos podamos encontrar en nuestros cultivos.